

EL TORREÓN
NUESTRA HISTORIA
La aventura de dos hermanos
Siempre he creído que en la vida hay momentos que nos inspiran a dar un salto hacia lo desconocido. Desde que era pequeño he sentido una conexión especial con la tierra donde nací: Cantabria. Los paisajes verdes, la brisa del mar y la riqueza de sus productos me han acompañado a lo largo de mi vida. Por eso, cuando decidí embarcarme en este proyecto de abrir una tienda de productos gourmet, supe que tenía que hacerlo aquí. Quería ofrecer lo mejor de nuestra tierra, aquellos sabores auténticos que narran la historia de nuestra región. Así que, con una sonrisa y un montón de ideas en la cabeza, comencé este proyecto, que rápidamente se convirtió en un sueño compartido.
El primer paso fue encontrar el local perfecto. Después de semanas de búsqueda, di con un encantador local en una de las calles más emblemáticas de España, El Camino Real de Cartes. Decidí que la decoración sería vintage y acogedora, para que la gente se sintiera como en casa.
El siguiente desafío fue seleccionar los productos. Dedique horas recorriendo pequeños pueblos, hablando con agricultores, ganaderos y artesanos. Quería ofrecer solo lo mejor, y es por ello, que cada producto tiene una historia, y me emocionaba poder compartirlas con mis clientes.
Finalmente, llegó el día de la inauguración. El ambiente era festivo y los ojos de los vecinos brillaban de curiosidad. Abrí las puertas de mi tienda gourmet con una pequeña cata de productos. Ver a la gente disfrutar de los sabores locales, escuchar sus elogios y recomendaciones me llenó de satisfacción. No solo estaba vendiendo productos, estaba creando una comunidad en torno a la gastronomía de Cantabria. Este sueño que había empezado como una idea en mi mente ahora era una realidad, y no podría estar más agradecido.
A medida que la tienda crecía, un año después de su apertura, sentí que había llegado el momento de hacer algo especial. Siempre había soñado con compartir este proyecto con mi hermana Nuria. Tenía esa habilidad especial para conectar con las personas y contar historias que resonaban en el corazón. Le propuse que trabajáramos juntos y, afortunadamente, aceptó. La emoción nos invadió al imaginar cómo podríamos complementarnos, haciendo de la tienda un lugar aún más acogedor y atractivo. Después de todo, trabajar en familia es fortaleza y pasión, y sabía que juntos podríamos lograr grandes cosas.
Cada día es un nuevo reto, pero también una nueva oportunidad para aprender y crecer.Trabajar juntos no solo es una oportunidad de crecimiento profesional, sino también una experiencia humana invaluable. Ahora, nuestra tienda no solo es un lugar donde se pueden adquirir productos gourmet, sino un espacio donde la gente se siente como en casa. Con cada cliente que entra y descubre un nuevo sabor de Cantabria, reafirmamos nuestro compromiso de promover lo mejor de nuestra tierra. Juntos, trabajamos cada día para que nuestra pasión se sienta en cada rincón de la tienda, transmitiendo el amor que sentimos por nuestros productos y por esta maravillosa región. Queremos que nuestros clientes sientan que están llevando un pedazo de Cantabria a sus hogares. Por cada lata de anchoas, cada quesuco, cada sobao pasiego y cada botella de vino que vendemos, hay una historia de dedicación y amor por la tierra.
Hoy en día, al mirar hacia atrás, no puedo evitar sentirme orgulloso del camino recorrido. La tienda se ha convertido en un punto de encuentro no solo para los amantes de la gastronomía, sino también para aquellas personas que buscan calidad, innovación y autenticidad. Y todo esto ha sido posible gracias al esfuerzo conjunto de dos hermanos que, armados de pasión y tenacidad, decidimos emprender esta maravillosa aventura.
¡Salud por el sabor de Cantabria y por los sueños que se hacen realidad!
¡OS ESPERAMOS EN NUESTRA CASA!
Jose y Nuria



